A diferencia de lo que ocurre con la televisión, cada vez más personas optan por el streaming, dejando atrás la televisión tradicional y el cable. Sin embargo, la radio nunca perderá su esencia, a diferencia de la televisión local. Más allá de un buen eslogan, la radio sigue siendo un medio cercano a la gente, y eso es indiscutible. Quienes han hecho radio recuerdan su primer programa con más emoción que cualquier otro debut. La sensación que se experimenta es única, lo que hace que figuras como el italiano Guglielmo Marconi, quien realizó la primera transmisión por radio el 14 de mayo de 1879, desde el Canal de Bristol (Inglaterra) hasta Penarth (Gales) a una distancia de seis kilómetros, debieran haber vivido su mayor momento de satisfacción. Su invento abriría las puertas a una nueva era de comunicación que cambiaría el mundo.

Durante décadas, la radio fue el principal entretenimiento en los hogares; recuerdo a mis padres escuchando mítines de Haya de la Torre, partidos de fútbol, carreras de caballos, novelas y música. Sin lugar a dudas, la radio llenó un vacío y, hoy en día, sigue siendo una fiel compañera. Con el paso del tiempo, la radio ha evolucionado; ya no requiere grandes transmisores para cruzar océanos. Antes, se utilizaban ondas cortas, medias y largas, y cada transmisor ocupaba una habitación de 5x5 metros, siendo enormes y consumiendo gran cantidad de energía eléctrica. Por ello, las emisoras gozaban de tarifas preferenciales debido a su elevado consumo. La magia de la radio es indescriptible. Recuerdo que un oyente de Australia, parapléjico y solo capaz de mover el cuello, me enviaba su lista de canciones, anuncios, datos minuto a minuto y, por supuesto, su foto. Historias como esa nos llenan de felicidad, porque la radio debe transmitir energía, ofrecer distracción y proporcionar información útil y veraz.

La historia de Radio Nacional recoge a la perfección los primeros pasos de la radiodifusión en Perú. Según relatos históricos, todo comenzó el 15 de junio de 1925, con la primera transmisión de la OAX AM, propiedad de la Peruvian Broadcasting Company, estación pionera en el país. Hoy, la radio ha cambiado significativamente, y en muchos casos ha perdido su esencia. El concepto de hacer radio, de utilizarla como medio de entretenimiento y cultura, se ha visto diluido. La educación debería ser una obligación para todas las emisoras, pues si no es así, ¿Cuál es su verdadero aporte? Las emisoras no deberían limitarse a ser simples reproductores de música; deben ofrecer contenidos culturales, información relevante y espacios para el conocimiento y el arte. No todo debe ser reguetón.